El peligro hacecha
Para Juanfran comenzaba la busqueda de su hermana, era una mision un poco arriesgada pues el nunca habia salido al exterior, no sabia que peligros habia fuera esperandolo.
Cojio el camino que le llevaba a Anvil, ya que era lo mas cercano a Bravil. Al cabo de los cinco minutos de caminata se encontro con una mujer y con cara de pocos amigos.
¡Alto! grito la mujer. No me hagas daño... dijo Juanfran. Dame todo lo que llevas ¡vamos! insistio la chica. Pero... dijo Juanfran dudoso.
De repente, aparecio un guardia que vigilaba los caminos y con un espadazo atraveso a la ladrona.
Juanfran estaba sorprendrido, nunca habia visto a nadie morir delante de sus ojos...
Ten cuidado, ademas llevas un arma ¿por que no la sacaste? ¡Te podria haber matado! le dijo el guardia advirtiendolo del peligro que habia ultimamente por estos caminos.
Juanfran prosigio su viaje hacia Anvil, cada vez subia y subia mas el camino estaba muy empinado. En un pequeño llano se paro a ver las vistas que habia, era su ciudad, que la dejaba atras, su humilde barrio, su casita...
Sigio su camino, hasta que pronto se encontro con unas ruinas por las que el camino pasaba por debajo de ellas.
Estaba ya atardeciendo, Juanfran sigio el camino que pasaba por debajo de estas ruinas, y a la derecha diviso unas escaleras y una puerta. Juanfran tenia curiosidad por lo que escondian estas ruinas, penso que no pasaria nada por entrar a echar un vistazo.
A si que se encamino hacia la puerta y abrio el pomo, estaba bastante oxidado por la antiguedad de las ruinas, Juanfran estaba entusiasmado y a la vez un poco asustado por que no sabia que habria detras de esa puerta.
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